Por Felipe Ríos.
El Hotel Fénix fue el mejor hotel de Guadalajara por décadas, su excelencia fue ejemplar hasta finales del siglo pasado. Fue el hotel de los artistas, los políticos y la sociedad tapatía; famoso por su gastronomía, por su ambiente bohemio y por sus baños públicos (vapor, sauna, turco). Aún conservamos impecables en nuestras habitaciones, los muebles diseñados por el famoso artista colimense Alejandro Rangel Hidalgo.
Pero. ¿Cómo aprovechar esa tradición artística y social que aún emana de sus propios muros? ¿Cómo atraer y satisfacer a una nueva generación de huéspedes a nuestro hotel? ¿Cómo mejorarlo consistentemente como producto hotelero y en sus resultados financieros?
Primero nuestra gente. A través de un programa de desarrollo humano que nos llevó más de nueve meses, transmitimos a los colaboradores del hotel la cultura que queremos vivir y la visión del futuro: “Queremos ser reconocidos como los hoteleros de Guadalajara que crean riqueza significativa, conviviendo en armonía con la cultura y el arte universal”. Asimilando la visión fue fácil para el equipo definir su misión, y dijeron:
“Somos artistas que grabamos en el corazón de nuestros visitantes lo mejor de la hospitalidad mexicana. Soy un artista de la hospitalidad”.
Una obra de arte es mucho más que el reflejo de una capacidad intelectual, más que el conocimiento y aplicación de técnicas, una obra de arte es, además, la capacidad humana de transmitir a través de los sentidos energía física, intelectual y espiritual con la fuerza suficiente como para tocar y mover el alma del observador, y seguir haciéndolo hasta por generaciones. Por eso, el arte puede ser el más sublime y trascendente de los actos humanos.
La hotelería tiene fundamentos en las ciencias administrativas, sus resultados son predecibles y con el tiempo se ha hecho aburrida; pero cuando el hotelero es capaz de tocar, mover y cautivar el alma de sus huéspedes, se convierte en un artista de la hospitalidad. Como queremos serlo en El Fénix.
A la fecha, hemos proveído a los artistas del Hotel Fénix del entorno adecuado: sueldos y prestaciones competitivas, herramientas de trabajo, buenos baños, excelente comedor de artistas. Un programa de alfabetización de artistas que -el día de hoy- ya están con otros compañeros en un programa de preparatoria abierta. Tenemos servicio médico personal una vez por semana. Y todos los etcéteras que se les ocurra y que ustedes pueden seguir en nuestro Facebook.
En estos meses hemos desarrollado en el hotel el programa de Residencias Artísticas. ¿De qué se trata este programa?
Estimados colegas, imagínense por un momento que llegan a la junta de consejo de su hotel y le dicen al Presidente del Consejo de Administración:
“Señor Don Gastón Billetes (usen el nombre que quieran), para mí es muy importante fomentar el arte y la cultura, voy a darle hospedaje y alimentos por el tiempo que sea necesario a artistas en ciernes que quieran vivir en el hotel, a cambio de que nos dejen la obra (artística) que hagan durante su estancia”.
¿Sienten la emoción que da la posibilidad de decirlo sin ser despedidos?
En el Hotel Fénix nos hemos convertido en mecenas de escritores, pintores y muralistas que han disfrutado de nuestro hotel y nos han pagado con su obra hecha dentro de nuestras áreas. Continuaremos haciéndolo y perfeccionando la idea hasta convertirnos en la mejor residencia artística del planeta tierra. ¿Poetas? ¿Músicos? ¿Una compañía de teatro? ¿Por qué no? Para nosotros todo es posible.
¿Y qué más? … Pues… ¿Y por qué no construir el mejor HOSTAL de Guadalajara? Hace un par de meses terminamos con la remodelación de 16 habitaciones que convertimos en FENIX BEDS, un hostal con 52 camas, una sección exclusiva para mujeres, zona de cocina y de lavado de ropa de autoservicio, áreas públicas y de esparcimiento amplias y bien diseñadas, organización de actividades para que nuestros visitantes extranjeros se sumerjan en nuestra tapatía cultura, etc.... Abrimos hace un par de meses y ya hemos tenido visitantes de todos los continentes, con excelentes reseñas en sus redes sociales.
Pero, ¡Quédense! ¡No se vayan!
Los invito a ser testigos de cómo emerge de entre las llamas un ave que volará más allá de los confines de nuestra hotelera imaginación.
Haciendo posible lo imposible.
1 Comment
Excelente labor, voy comenzando como concierge en un hotel próximo a abrir y esa libertad implica, además de la emoción del hecho mismo de proponer, mucha, muchísima responsabilidad.