La vida pasa volando y de vez en vez la muerte.

Cumplí un año como Director General de MileniuM en Monterrey: un año intenso de mucho aprendizaje y grandes satisfacciones. Por otro lado, continúo con mi querido Fénix, con el Holiday Inn Acapulco y con Beyond Hospitality Business, haciendo cada vez más estudios de mercado.

No he subido entradas al blog de Hotelería Mexicana, pero escribí artículos para Alta Hotelería y para la revista Buen Viaje, también escribí entradas para el blog de MileniuM.

De vez en cuando entro a Facebook y a Linkedin, siempre con el propósito de ser más activo en esos medios; sin embargo, me preocupa no aportar valor significativo para quienes lo leen y termino por no escribir (¡Sí! ¡Qué traumado!).

Entrar a Facebook en general me alegra. Me causa alegría ver cómo crecen y tienen logros los hijos de mis amigos; y cómo engordan, se hacen pelones y se divierten mis amigos. En LinkedInn siempre encuentro información valiosa para mi profesión. Sin embargo, por varios meses la tónica de redes sociales fue por demás chocante, al punto que lo tomé de pretexto para alejarme de ellas un poco: todo era elecciones y futbol, con sus respectivos honestos, tramposos, héroes, villanos, buenos, guapos, feos, malos y peores, pero siempre los mismos. Tanto en futbol como en política, me da la sensación de que damos un paso para adelante y dos para atrás.

Recibí un correo de IHG pidiéndome leer un mensaje de mi gran amigo Juan Manuel Hernández de Holiday Inn Express Oaxaca. En el mensaje se informaba que Carlos Moguel había fallecido.

Hace algunos años quise establecer la práctica de homenajear a hoteleros con gran trayectoria en IHG, mi lista era extensa: Samuel Elizalde, Lourdes Hurtado, Jesús Calderón, Alfonso Gómez, José Paoli y por supuesto Carlos Moguel. Sólo logré que se hiciera el homenaje a Samuel Elizalde (que se había jubilado de Holiday Inn Chihuahua). El siguiente en mi lista era Carlos Moguel, quien también había decidido jubilarse siendo gerente general de Holiday Inn Express Oaxaca. Carlos Moguel fue uno de los hoteleros de mayor prestigio de la hotelería moderna en el sureste de la república, fue un ejecutivo que tuvo gran influencia con propietarios de hoteles de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Hotelero completo, hombre de familia, ser humano ejemplar. Me apena y me duele no haber luchado más para rendir tributo en vida a este gran hotelero. Sí, no hacerlo lo contaré como un fracaso personal.

La muerte también llegó a Acapulco. Estaba yo con José Luis Smithers terminando de comer en el Paititi del Mar, de Punta Diamante, cuando vi en mi celular que Jorge Torres subía a Facebook las fotos de una comida con los viejos sabios de la hotelería acapulqueña (ya saben: Raymundo Patiño, José Salgado, Armando Pinzón, Isela Nava, Hildorfo Medina, entre otros). “¡De haber sabido les hubiéramos caído!” - Le comenté a Smithers-. Pocos días después, Jorge Torres falleció. A Jorge lo conocí a mediados de los ochentas, yo era un aprendiz y él todo un señor de las ventas en Posadas. Polémico, ocurrente, sencillo, buen amigo, excelente persona. Últimamente sus comentarios en Facebook eran más profundos y optimistas, me había acostumbrado a ellos y ahora los extraño.

La muerte no conforme con llevarse a Carlos y a Jorge, continuó ofendiendo al gremio hotelero, y su calamidad fue más que dolorosa cuando sorpresivamente se llevó a Goreti Tizcareño. Héctor Escamilla me dio la noticia, estaba yo en la ciudad de México saliendo de un evento. Llegué a mi hotel y escribí por Whatsapp a Vianey y a Arnulfo, sabía que ellos eran de Goreti familia cercana, muy cercana. Pensé que sólo ellos iban a entender lo triste y deprimido que me sentía. Goreti era la columna vertebral de la comercialización de los hoteles de IHG en León. Excelente vendedora, consumada publirrelacionista, gran amiga. ¡Cuántos favores le quedé a deber a esta gran profesional del turismo!