Mitos y mitotes del turismo en México.
Mito: Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene (RAE).
Mitote: Un mito grande (yo).
Sabemos que, a todos los gobiernos, de todas las tendencias políticas, les encanta saludar con sombrero ajeno, desde medallas olímpicas y remesas de los paisanos, hasta generación de empleos (con muchísimos etcéteras).
Como ejecutivo de una empresa internacional, fui cuestionado en múltiples ocasiones por periodistas o políticos cada vez que abríamos un hotel, los primeros, para generar una nota más vendedora, los segundos, para presumir en sus discursos. La pregunta siempre rondaba en torno al número de empleos directos e indirectos que el hotel generaría, o, acerca de las familias que se beneficiarían con la inversión.
Los empleos directos e indirectos que genera un hotel es una obsesión para políticos y periodistas, ambas profesiones inclinadas a mitificar la realidad. El siguiente mensaje lo escuché en el discurso que una política ofreció en un evento en el que se celebraba la entrada de un hotel existente a un sistema de franquicia internacional (principios de 2007), no lo entrecomillo porque, aunque el mensaje me quedó claro, no como para repetirlo textualmente:
Con grandes esfuerzos del gobierno y la iniciativa privada, se construyó el hotel en un tiempo récord, creando durante la gestión de la oradora, 300 empleos directos y 1000 empleos indirectos… bla, bla, bla.
Se trataba de un hotel con más de 30 años de existencia (¿tiempo récord de construcción?), convertido de hotel independiente a un hotel de marca. Remodelado, tras sufrir todo tipo de trabas, multas y extorsiones que pusieron burócratas de todos los órdenes de gobierno para aprobar las modificaciones y mejoras que hizo el inversionista para tal efecto. La señora del discurso llevaba pocas semanas en el puesto. Los empleos directos eran 120 (y ya trabajaban allí antes de la remodelación), y los indirectos, sólo Dios lo sabe. Por otro lado, las notas periodísticas hablaron al siguiente día de los logros del gobierno de la susodicha señora en la generación de empleos directos e indirectos (“más 300” y “más de 1000” respectivamente) y de su graaaaan apoyo a la iniciativa privada.
Del inversionista no se hablaba ni una sola palabra, así lo pidió, por el riesgo de sufrir fatales consecuencias al ser identificado como probable cliente (víctima) de secuestradores, o cualquier otra rama de la industria del crimen, muy exitosa e ineficazmente combatida desde entonces.
Por presión social y política, confieso haber cometido el pecado de dar a periodistas y gobernantes el número de empleados directos de un hotel calculando 1 empleado por cada habitación en caso de hoteles de 4 estrellas, y 1.5 empleados por cada habitación en hoteles de 5 estrellas y gran turismo; también confieso haber multiplicado esa cantidad por 3, y con cierta presión, hasta por 6 para dar el dato de empleos indirectos ¡Nunca fui cuestionado!
Para aminorar el impacto de la mentira, trataba de investigar los empleados que habían sido contratados en el proceso de construcción y también daba ese dato. ¿Y cuántas familias se beneficiarían por la inversión? Nunca agravé mi error dando un número, ya que la respuesta correcta es que todas las familias mexicanas se benefician a través de los impuestos que el hotel genera; pero si esa hubiera sido mi respuesta, me hubiera más demagogo que aquéllos quienes ahora insinúo que son mitómanos. No se puede dar un número de familias que directamente son beneficiadas porque tendríamos que saber a cuántas familias mantiene un empleado, o si dos o más empleados mantienen a la misma familia, o si en un departamento del hotel son “bien brothers”.
Y ¿Qué es generar empleos indirectos? Los empleados adicionales contratados por una empresa que vive del turismo, como consecuencia del incremento de la oferta hotelera.
Paco Madrid, en su libro “realidades y mitos del turismo mexicano” (Ed. Limusa, 2014) trata magistralmente el tema. El título del capítulo dos en sí, lo dice todo: “Mito 2. Siete y medio millones de familias viven del turismo”. Cito el meollo:
En todo caso, el gran tema a dilucidar es el volumen del empleo en el sector pues, lo que para una empresa es fácil de cuantificar con precisión, no necesariamente es para el conjunto de la economía, especialmente por la complejidad de definir lo que son, propiamente, las empresas turísticas, es decir, ¿son todos los hoteles turísticos, incluso los denominados hoteles de paso? ¿Son los restaurantes empresas turísticas? ¿Los empleos de un comercio que en principio no es turístico, como por ejemplo, una farmacia, situada en una zona hotelera deberían catalogarse como empleos turísticos?
En su libro, Paco Madrid analiza estadísticas del INEGI del 2011, en las que se determina que el número de empleos generados por el sector turístico (incluyendo la hotelería) era de 2.5 millones de empleos directos, el gobierno de aquel entonces lo multiplicó por 3, pero para decir que son 7.5 millones de … ¡FAMILIAS! que viven del turismo. Posteriormente, en el mismo capítulo, Paco presenta la estadística de personal ocupado en la actividad turística (1970-1983), con datos del Sistema de Cuentas Nacionales, SPP, dice “citado por Thomas, sin fecha”, en el que se establece un paramétrico de 2.5 empleos indirectos por cada empleo directo; cifras que, a la fecha de la publicación del libro no tenían un sustento confiable y yo, treinta y tantos años después, sigo sin encontrarlo.
Miguel Torruco, en el discurso de toma de protesta de la mesa directiva de la asociación mexicana de hoteles y moteles, en marzo del año pasado declaró:
“A casi 500 años de la creación del primer establecimiento de hospedaje en México y en América, hoy el sector hotelero representa el 28.3 por ciento del Producto Interno Bruto Turístico y genera el nueve por ciento del empleo en el sector, ya que cada cuarto de hotel significa 1.5 empleos directos y tres indirectos”. ¡Excelente resaltar la importancia del turismo! ¡muy bien, inclusive, reconocer la fundación de la hotelería en México por emprendedores procedentes de la península ibérica! ¡De acuerdo!; pero:
¿Cuál es el sustento estadístico real del número de empleos directos e indirectos que genera la hotelería? No lo sé, pero lo que sí sé es que este fantasma continuará vivo mientras sirva ponerle flores a la maceta.
La decisión personal de cada uno de nosotros tiene por lo menos dos opciones: creer lo que dicen los demás y vivir en un mundo alternativo e inexistente; o, por el contrario, profundizar en la búsqueda de la verdad. He aquí la importancia de conocer los mitos y mitotes, en este caso, del turismo en México.
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Escuché un chiste que hablaba sobre un político de gira en una población turística en que la prometió, en un discurso, que construiría una gran fuente como atractivo para traer más turistas. Otro político barbero alzó los brazos y gritó «¡Me adhiero, me adhiero!», y el político entonces, con voz solemne, cerró su discurso diciendo: «Sea fuente o sea meadero, ¡pero se va a construir!». Ignoro cuántos empleos directos y cuántos indirectos se hayan generado, Sensei. 🙂