En una entrega anterior me permití hacer un breve análisis del último capítulo del libro de Conrad Hilton, “Be My Guest”, en el que nos comparte con gran sencillez su filosofía para cultivar el arte de vivir.
Ahora hablemos de otro grande: Kemmons Wilson (1913-2003), fundador de Holiday Inn, quien escribió su autobiografía “Half Luck, Half Brains” (“Mitad Suerte, Mitad Sesos”), editada por Van E. Hill, 1996.
Mientras que los consejos para la vida de Hilton los descubrimos en el último capítulo de “Be My Guest”, el libro de Kemmons nos sorprende con sus “20 tips del éxito” aún antes del prólogo.
“20 Tips del Éxito” (traducción libre/simple).
Para quienes hayan vivido en el apasionante mundo de las franquicias, resulta muy interesante analizar y comparar estas autobiografías (Hilton y Wilson). Se dice que las comparaciones son odiosas; pero en este caso no tienen por qué serlas, Hilton y Wilson son creadores de dos de las marcas hoteleras más grandes, reconocidas y poderosas del mundo y muchos años después de la muerte de sus fundadores, aún hoy en día, siguen siendo líderes en el mercado y fieles a sus orígenes.
Encontramos en ambas personalidades afinidades, como el saberse felices por lo que eran y no por lo que tenían, o su inquebrantable fe en Dios. Y también encontramos diferencias. En “Be My Guest” podemos reconocer a un Hilton impecable, preciso, adusto, elegante, confiable, que sabía reconocer como nadie la importancia del trato humano en la gestión hotelera, un hombre que sabe contar historias y dejar huella indeleble, lecciones de vida, para quienes las escuchan; mientras que en “Half Luck, Half Brains” nos habla un Kemmons Wilson emprendedor, apasionado, que tuvo la virtud de aprovechar para la hotelería un mundo que se modernizaba a pasos agigantados, innovador por excelencia, Kemmons, un hombre sencillo que pone los valores familiares en el número uno de sus prioridades.
A Hilton lo descubrimos y nos enamoramos, mientras que Holiday Inn salta a nuestra vista y nos enamora. Después de todo, ese es el día a día de las marcas poderosas: ofrecer una promesa valiosa, cumplirla, y así: conseguir seguidores fieles.